martes, 16 de mayo de 2017

“Mi liderazgo comunitario ha sido posible gracias al apoyo del SENA”

Cada semana, Luz Estela se reúne con los miembros de las dos organizaciones. Es la forma como los mantiene informados sobre eventos de última hora y planea otras actividades. 

Con estas palabras, Luz Estela Pineda se refiere a la función social que realiza en la agrupación residencial Torrentes, lugar a donde llegó hace cuatro años de la mano de su esposo y sus cuatro hijos, después de salir de Viotá 15 años atrás, cuando fue víctima del desplazamiento. 

“Es fácil percibir las necesidades entre los residentes, incluidas las mujeres víctima de violencia sexual. Aquí conformamos una asociación con el objetivo de gestionar apoyo”, destaca cuando hace referencia al grupo de mujeres que, como ella, han pasado por alguna dramática experiencia.

Esta emprendedora, de 42 años, lidera dos organizaciones: La Cooperativa Creando Sueños y la Fundación de Mujeres Víctima de la Violencia Sexual. Esta última, surgida de la idea de atender a un conjunto especial de mujeres que han tenido una doble o triple victimización: El abuso sexual, el desplazamiento y la violencia.

“Yo llegué del Tolima hace nueve años, con mis seis hijos. Mis dos hijas mayores y yo fuimos víctimas de violación. Huimos con la ropa que teníamos puesta. Para sobrevivir nos dedicamos al reciclaje, hasta que nos salió el apartamento aquí, en Torrentes”, cuenta Esperanza*, quien lleva dos terapias psicosociales con profesionales de la Universidad de los Andes. 

GESTIÓN QUE TRANSFORMA VIDAS


Luz Estela no descansa. Combina su formación en el SENA como técnica en Sistemas (ya se encuentra en etapa productiva) con la confección, oficio que practica con su esposo. Con él, cose prendas de vestir que luego vende en almacenes de la zona y, aunque parezca increíble, halla tiempo para gestionar la ayuda necesitada por las personas que integran sus organizaciones.

“Hemos logrado que la Universidad de los Andes nos colabore con terapias psicosociales. También gestionamos con la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas y ahora estamos realizando la caracterización para que el SENA empiece a formarlas”, señala la líder comunitaria.

Ella intenta brindar apoyo integral. En el taller de confección, por ejemplo, tiene 12 máquinas planas que pondrá a disposición de sus vecinas para la formación con la entidad en que más confían los colombianos. Son cerca de 70 mujeres, quienes se alistan para los cursos de Confección y Patronaje. 

“Muchas tenemos conocimientos empíricos en confección y artesanías. La idea de estudiar en el SENA la recibimos con agrado; es bueno tener un título que nos acredite y nos ayude a mejorar nuestra calidad de vida”, señaló Rosaura*, desplazada por la violencia del departamento del Huila y quien perdió a un hijo, un hermano y su cuñada a causa del conflicto.

CUMPLIENDO SUEÑOS


Gestores del SENA, especializados en atención a población vulnerable, han brindado asesoría en la caracterización y la conformación de cursos que podrían beneficiar a estas personas. 

“Hay un deseo genuino de salir adelante; aquí hay mucho talento y nosotros podemos brindarles oportunidades en formación, empleo y emprendimiento”, dice Luis Félix Gutiérrez, orientador de Población Vulnerable del SENA en Soacha.

De hecho, entre las metas trazadas por este grupo de emprendedoras está la constitución de una empresa de confecciones que genere empleo y recursos para todos los asociados y, a partir de este piloto, invitar a otras personas para que se involucren y conformen sus unidades productivas.


FAMILIA CON MARCA SENA


A Luz Estela, la formación recibida en el SENA le ha permitido aumentar sus conocimientos y, más allá de eso, crecer. 

“Mi liderazgo comunitario ha sido posible gracias al apoyo del SENA. Además del técnico en Sistemas, he realizado muchos cursos complementarios. Los instructores me decían que yo podía salir adelante y lo estoy consiguiendo”, comenta.

El hijo mayor de Luz Estela se formó como técnico en Contabilidad y Finanzas, el segundo realizó cadena de formación en Negocios Internacionales, mientras que su hija cursa el técnico en Archivo. 

“Somos una familia con marca SENA. Yo elaboro los uniformes que necesitan los aprendices que ingresan a la entidad”, remarca la líder, con una gran sonrisa. 

Los habitantes de Torrentes forman parte del grupo de víctimas por el conflicto armado que integran el 8 % del total de la población del municipio, la cual supera el millón y medio de residentes, según cifras del Centro Regional de Atención a Víctimas (CRAV) en Soacha.

*Nombre cambiado, para proteger la identidad de la persona.